Puede que te hayas preguntado cómo funciona el proceso de realización de un tatuaje y más concretamente cómo se mete la tinta de un tatuaje en la piel o en qué capa de la piel se tatúa.
Si observamos a simple vista cómo se realiza un tatuaje, puede parecer que la aguja empuja la tinta bajo la piel. Es decir, parece que la propia aguja presiona el pigmento hacia el interior de la piel.
Pero lo que realmente ocurre es que cada vez que la aguja pincha la piel y se retrae, crea un vacío. Este tubo creado al introducirse la aguja y retraerse, se llena con la tinta dispersada sobre la superficie de la piel por el vacío generado, es decir, por capilaridad.
¿En qué capa de la piel se aloja la tinta de un tattoo?
En este proceso es fundamental tener en cuenta las capas que conforman la piel: la epidermis, la dermis y la hipodermis.
La aguja atraviesa la epidermis que es la capa más superficial de la piel, y llega a la dermis, que es en la que se aloja la tinta. En la dermis se encuentran terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, por este motivo los tatuajes duelen y pueden llegar a sangran un poco durante el proceso.
Solo una cantidad determinada de tinta se alojará efectivamente en la dermis, es por este motivo por el que durante las primeras horas después de realizar un tattoo, es normal que expulse tinta.
La capa más interna, la hipodermis, no debe tatuarse nuca, ya que la tinta podría expandirse creando un halo oscuro alrededor del diseño y relieve en algunas zonas, además de causar lesiones dolorosas en la piel y sangrado abundante. Por el contrario, si no se profundiza lo suficiente y el pigmento se queda en la epidermis, el propio proceso de regeneración de la piel eliminará la tinta, por lo que a parte de una incorrecta cicatrización, pueden quedar zonas poco saturadas y borrosas.
¿Y por qué los tatuajes no se borran?
Los tatuajes permanecen en nuestra piel gracias al sistema inmunitario. Por el proceso de defensa que se activa al tatuarnos, en el que se encapsulan las partículas de tinta y se sella la herida provocada por la aguja.
Se desencadenan dos procesos, por una parte la reparación de los tejidos dañados por el impacto de la aguja, reparación tisular (el tatuaje no deja de ser una herida) y por otra el intento de nuestro cuerpo de eliminar el pigmento, como cualquier otro elemento extraño.

Parte de la tinta depositada en la dermis no podrá ser eliminada por el sistema inmune, quedando encapsulada en esta capa.
Es totalmente normal que durante las primeras horas después de realizar el tatuaje, se expulse parte de la tinta que no ha acabado por encapsularse.
Por eso es tan importante curar correctamente de los tattoos para que cicatricen bien. De una buena cicatrización dependerá el resultado final del tatuaje. Recomendamos la utilización de productos específicos para la cicatrización del tatuaje, tanto para realizar los lavados, como crema que aporte un apoyo de hidratación.
Si estas pensando en hacerte un tattoo y tienes dudas sobre el proceso ponte en contacto con nosotros y te explicaremos toda la información que necesites sin compromiso.
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