Sabemos que pueden surgir dudas durante el proceso de curación de tu nueva perforación. Contamos con un servicio de atención personalizada mediante el que nos aseguraremos de que todo esté correcto durante el tiempo de cicatrización que necesite el piercing.
Una vez tienes hecho tu nuevo piercing, son varias las cosas que debes tener en cuenta para cuidarlo y que se cure correctamente en el menor tiempo posible.
Cómo desinfectar y cuidar un piercing nuevo
Está claro que es que la técnica y los materiales empleados por tu piercer son muy importantes en este proceso, pero debes saber, que es mucho más importante el posterior cuidado que tú le des, para que todo vaya bien. La mayoría de problemas e infecciones en los piercing son causa de un mal cuidado e higiene de estos.
En primer lugar, asegúrate de que siempre que manipules tu piercing tengas las manos limpias (las bacterias en las manos podrían ser causa de futuras infecciones).
Lava tu piercing suavemente con agua y jabón. Cuando el piercing está bien mojado, es el mejor momento para manipularlo y limpiar costras y suciedad (nunca forzar las costras, podrías hacerte más herida y ralentizar la curación). Puedes ayudarte de una gasa o bastoncillo. Evita limpiar y moverlo en seco, rompemos costras y hacemos más herida.
Una vez limpio, utiliza suero fisiológico o clorhexidina para curarlo. Nunca utilices alcohol o agua oxigenada para las curas, irritan y matan las células encargadas de la cicatrización y retrasarían este proceso. Además , al resecar facilita la formación de costras bajo las cuales pueden acumularse bacterias y provocar una infección.
Tampoco te obsesiones con la limpieza, una limpieza excesiva o el uso de jabones agresivos para la piel podría causarte problemas. En general, con limpiar la perforación 2 veces al día será suficiente.
En los piercings en la boca, deberás utilizar un enjuague bucal cada vez que tomes alguna bebida, comas o fumes durante por lo menos los siguientes 10 días tras perforarte. La primera semana, te aconsejamos que no fumes, aumentas las probabilidades de inflamación e infección.
qué no hacer con un piercing recién hecho
Evita el uso de cremas o maquillaje en la zona de alrededor de la perforación, podrían acumularse restos en la herida y provocar una infección.
Durante el proceso de curación no te quites la pieza nunca, tal vez al intentar volver a ponerla no puedas o tengas dificultades y termines haciéndote más herida o incluso podría infectarse. Si necesitas quitarte la pieza, consulta antes con tu piercer.
Ten paciencia, no todos los cuerpos reaccionan igual, ni todas las zonas del cuerpo son igual de sensibles. Dependiendo de la zona perforada y de los cuidados que le des, la curación podrá ser más o menos extensa.
La hinchazón, el enrojecimiento, el aumento de sensibilidad en la zona, son normales dentro del proceso de curación. Consulta con tu piercer siempre que veas algo fuera de lo normal o tengas dudas, nadie mejor que él/ella para aconsejarte.
Si tienes cualquier otra duda durante el proceso de curación de tu piercing contacta con nosotros.
¡Cuida de tu piercing y seguro que repites!
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